El satélite FASat-Alfa, el primer satélite chileno, fue desarrollado en colaboración con la empresa británica Surrey Satellite Technology Ltd (SSTL). Lanzado en 1995, el proyecto resultó en un fracaso debido a la falla en el mecanismo de separación de su satélite madre ucraniano SICH-1.

Su sucesor, el FASat-Bravo, compartió el mismo diseño pero incorporó modificaciones para evitar problemas similares. A pesar de operar en órbita durante aproximadamente tres años, dejó de funcionar en junio de 2001 debido al agotamiento de sus baterías, dejando a Chile sin presencia tecnológica en el espacio.